Existen diversas técnicas de medición que permiten determinar la temperatura corporal de un paciente.
La temperatura corporal es un parámetro esencial en la valoración clínica, ya que muchas de las decisiones diagnósticas o terapéuticas están influenciadas por su valor. Existen diversas técnicas de medición que permiten determinar la temperatura corporal de un paciente en grados centígrados (ºC). Para llevarlas a cabo se requiere de la utilización de un termómetro.
Frente al tradicional empleo del termómetro clínico de cristal y mercurio, los avances tecnológicos ofrecen otros dispositivos para medir la temperatura, como es el caso del termómetro electrónico y, más recientemente, el timpánico, que ofrece la ventaja de un abordaje no invasivo y más cómodo.
El pliegue axilar, la cavidad bucal y el recto son los lugares más comunes para monitorizar la temperatura corporal. La temperatura axilar parece ser la más aceptada actualmente, incluso en el recién nacido, y aunque no refleja tan fielmente la temperatura central como la rectal o bucal, está exenta de los riesgos traumáticos y complicaciones sépticas de éstas.
A continuación, se detallan las características de las diferentes técnicas de medición mencionadas.
Es la forma más confiable de obtener un valor de temperatura central. La variación de los resultados con este tipo de medición es baja y la precisión es particularmente alta. En esta zona corporal, el rango de temperatura normal se ubica, aproximadamente, entre los 36.6 °C y los 38.0 °C.
Puede ser tomada como una medición bucal (en la mejilla) o como una medición sublingual (debajo de la lengua). En ambos casos, la temperatura medida es inferior al valor medido en una medición rectal –aproximadamente hasta 1.1 °C-. El rango de temperatura oral normal se ubica entre los 35.5°C y los 37.5°C.
La medición de la temperatura de la superficie del cuerpo normalmente la realiza el personal médico en la axila (medición axilar) y en la ingle (medición inguinal). El termómetro se coloca en la extremidad escogida y esta se presiona contra el cuerpo para reducir la posible influencia de la temperatura ambiente.
En los pacientes adultos, la temperatura de una medición axilar es más baja que una medición rectal –hasta 1.9 °C-. El rango de temperatura axilar normal se ubica entre los 34.7 °C y los 37.3 °C.
Los primeros dispositivos de medición timpánica demostraron que medían la temperatura central mejor que una medición rectal. Sin embargo, factores relacionados con el paciente (estructura del canal auditivo), el instrumento (diámetro de la sonda), la técnica (posicionamiento de la sonda) y el medio ambiente contribuyen a la variabilidad de las mediciones. Por eso, actualmente no se lo considera un dispositivo adecuado para mediciones precisas, como, por ejemplo, aquellas requeridas en las UCI de neurología.
Por otro lado, no se ha demostrado que la presencia de otitis media o cerumen cambie la temperatura timpánica significativamente.
El dispositivo se pasa desde la parte frontal a la zona temporal de la frente. Se ha demostrado que es más preciso que la medición timpánica y mejor tolerado que la medición rectal. Puede ser una herramienta satisfactoria para la medición de la temperatura en niñas y niños de bajo riesgo en la sala de emergencias, pero aún no puede ser recomendado para uso en el hogar o el uso en el hospital cuando se requieren mediciones definitivas.
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