El 27 de enero de cada año se celebra en México el Día del Nutriólogo, una efemérides instaurada por la Asociación Mexicana de Nutriología (AMN). La fecha busca dar visibilidad al importante rol que tienen los y las profesionales en esta sensible área de la salud pública.

Océano Medicina conversó con Vanessa Hernández Rosiles, nutrióloga clínica pediátrica con una maestría en ciencias.

La profesional se basa en evidencias científicas para aportar a un gran número de seguidores y seguidoras, a través de Instagram y otras plataformas, información acerca de la alimentación.

-Gracias por acceder a esta entrevista. ¿Por qué alguien tendría que dedicarse a la nutriología?

-Fundamentalmente, por el impacto positivo que tiene una nutrición correcta en la salud en general.

Mi área de interés es la alimentación pediátrica.

En México, la obesidad infantil es un problema importante. La prevalencia nacional entre niños y niñas de 5 a 11 años es de un 17.5%.

En etapas tempranas de la vida, este trastorno condiciona a todo el desarrollo posterior.

Es un factor de riesgo central para la aparición de enfermedades frecuentes tales como diabetes mellitus tipo 2 o enfermedades cardiovasculares, entre otras.

-¿Existe alguna explicación a ese fenómeno observado en México y otros países?

-La obesidad es una patología que se debe básicamente a una ingesta excesiva de calorías y alimentos poco saludables. Ricos en azúcares simples, tales como galletas, refrescos y dulces o con alto contenido de grasas saturadas.

Además, la baja, o nula, actividad física contribuye a este problema.

Y un exceso de tiempo dedicado, por la población infantil, a realizar actividades sedentarias.

-Dado el impacto negativo que tiene la mala alimentación en la salud pública. ¿Considera necesario un abordaje preventivo y precoz para reducir la obesidad en la población infantil?

-Existen evidencias científicas que dan cuenta de lo conveniente de esa aproximación.

Algunos trabajos han puesto en relieve la importancia de un período denominado “los primeros mil días”. Un lapso de tiempo que engloba al embarazo y los dos primeros años de vida del bebé.

Allí son vitales la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida, o su reemplazo con fórmulas adecuadas para la edad en caso de que esta no sea posible.

Además, luego se necesita una correcta integración de la alimentación complementaria.

Por medio de una adecuada nutrición existe la posibilidad de “programar” a los niños y niñas de manera positiva y evitar que aparezcan enfermedades posteriores. Es un área apasionante.

-Los avances en el conocimiento de la nutrición infantil durante los últimos años han sido importantes. ¿Cree necesaria una formación específica y especialización para los profesionales que quieran incursionar en el área?

-El campo de la nutrición infantil es un área completamente diferente a la de los adultos, es otra etapa de la vida.

Para tratar a los niños se necesita una formación específica, ya sea una especialidad en nutrición pediátrica o una maestría en nutrición infantil.

Después de eso, puedes continuar con la formación en diferentes campos del área de nutrición pediátrica.

-¿Incluye la atención de niños con otras patologías que se presentan en esas edades?

-El área de la nutrición clínica pediátrica está enfocada en el apoyo nutricional en todas las enfermedades que se presentan. Aquellas que requieren un soporte especializado, que va desde alimentación por vía oral a por sonda de alimentación o vía parenteral.

Para esto se requiere estar ampliamente capacitado.

Además de interactuar con niños sanos, la nutriología constituye un pilar fundamental en el tratamiento de enfermedades tales como cáncer, enfermedades del corazón o trastornos gastrointestinales, entre otras patologías.

-¿Cuáles son los desafíos futuros para la nutriología pediátrica?

-Aún nos queda mucho por estudiar. Se debe conocer más acerca de las propiedades de la leche humana. Sin dudas un mundo fantástico.

También es necesario sumar evidencias en lo referido a la alimentación y suplementación en diferentes patologías.

El campo de la nutrigenómica y el de la nutrigenética son prometedores.

-Ha incursionado con mucho éxito en las redes sociales. ¿Cuál ha sido la principal motivación?

-Actualmente, vivimos en un mundo completamente rodeado de tecnología. Suele ser sencillo dar con información vinculada a la alimentación infantil en diversas plataformas. Existen muchísimos contenidos alrededor de estos temas.

Sin embargo, no toda esa información es basada en ciencia y recomendada por expertos. Un consejo que no es correcto puede impactar de forma negativa en la alimentación y salud de los pacientes.

Es muy importante, entonces, que la población obtenga información en páginas basadas en ciencia y evidencia. Y en ese sentido, el aporte de alguien que se dedica específicamente a la nutriología pediátrica puede ser de utilidad.

-¿Qué tipos de contenidos sube a sus plataformas?

-Los contenidos son muy variables, dependen de lo que las mamás me van preguntando. Lo que espero es responder a las inquietudes y preocupaciones que con mayor frecuencia les surgen.

Generalmente, son cuestiones vinculadas a alimentación complementaria.

También, recibo muchas consultas referidas a la selectividad que tienen algunos niños y niñas a la hora de comer, a quienes se los ha denominado “picky eaters” (quisquillosos para comer).

Trato, además, de aportar mi experiencia como mamá. Es decir, ir de la teoría a la práctica.

Puedes seguir Vanessa Hernández Rosiles a través de sus redes sociales:
Instagram: @nutripediabyvane
Facebook, Spotify, Youtube: Nutripedia by vane