La científica del Conicet, Silvina Arrossi, ideó una App que brindará información a las mujeres sobre el Virus de Papiloma Humano, que produce el cáncer cervicouterino. La App podrá descargarse en los celulares. Será una herramienta de contención y buscará estimular el tratamiento en el caso de aquellas mujeres con resultados de VPH positivos.
El cáncer cervicouterino afecta a más de 500.000 mujeres al año en el mundo. Pero es totalmente prevenible si se realiza un tratamiento efectivo contra el virus que, en el largo plazo, lo produce: el Virus de Papiloma Humano (VPH). Por eso, la científica del Conicet, Silvina Arrossi, ideó junto a su equipo una App que brindará información a las mujeres sobre el VPH desde sus celulares.
“Se nos ocurrió que una App puede ser una herramienta fácilmente accesible, que les permita a las mujeres acceder a información basada en la evidencia”, sostuvo Arrosi en diálogo con Océano Medicina Magazine.
Actualmente, el test de VPH es una prueba que las mujeres pueden realizarse en sus casas, sin necesidad de asistir a un médico/a ginecólogo/a. Ya ha sido adoptado como principal política de prevención en provincias como Catamarca, Neuquén, Tucumán, Misiones, Chaco y Corrientes, así como en municipios como La Matanza, Ituzaingó y Florencio Varela. Pero, ¿es ese test suficiente? ¿Asegura que una mujer con resultado de VPH positivo continuará con el tratamiento? La respuesta es no.
Por tal motivo, la App tiene como objetivo no solo brindar información, sino también contener a las mujeres y estimular el tratamiento en el caso de aquellas con resultados de VPH positivos.
El impacto que la App podría tener es tan grande, que acaba de ganar un subsidio internacional de Conquer Cancer y the ASCO Foundation para innovaciones tecnológicas en el área de salud. Este subsidio permitirá su desarrollo.
– ¿Cómo surgió la idea de desarrollar esta App?
-Nuestro equipo viene trabajando desde hace muchos años sobre las necesidades de información de las mujeres en relación al cáncer cervicouterino. Específicamente, en el impacto social y psicológico de recibir un resultado positivo del test de VPH.
– ¿Cuál es ese impacto?
– Sabemos que el test provoca ansiedad y angustia en muchas mujeres, y que lo ideal sería acceder a un espacio de consejería que los servicios de salud, por distintas razones, no pueden brindar.
– ¿Cómo se organizará la App?
–La idea es que esté centrada en la usuaria final, lo que significa que incorporaremos la visión de las mujeres en su construcción. Son ellas las que nos ayudarán a decidir cómo deberá organizarse y el lenguaje a utilizar. Sabemos que contará con un módulo de información, otro relativo al apoyo psicológico, y otro en el que se brindará información muy concreta acerca de servicios de salud y recursos comunitarios. Es decir, datos que puedan ser útiles para que ellas continúen con todas las etapas del proceso de diagnóstico y tratamiento.
– ¿Qué estrategias pensaron para sortear un obstáculo como el de la brecha digital entre las mujeres?
– La brecha digital existe, es una realidad, pero tenemos una visión de largo plazo. Cada día más hogares acceden a Internet y a un teléfono celular. Contamos con el tiempo y los avances tecnológicos a nuestro favor.
– ¿La App brindará información específica sobre VPH o también sobre otras infecciones?
– En principio, sería solo información relativa al VPH.
El proyecto cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Cancerología de Colombia y de la Agencia Internacional de Investigaciones sobre Cáncer de la OMS.
Asimismo, la App tiene un consejo asesor integrado por organizaciones como la Oficina Panamericana de Salud y la Sociedad Argentina del Tracto Genital Inferior y Colposcopia. También participan investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
“La idea es que, en un futuro, la App pueda adaptarse a realidades de otros países latinoamericanos, y ya estamos trabajando en eso”, aseguró Arrosi.
Desde una perspectiva social, las representaciones son campos conceptuales o sistemas de nociones y de imágenes que sirven para construir la realidad, a la vez que determinan el comportamiento de los sujetos (Moscovici, 1979). Las representaciones sociales instauradas en relación al VPH posicionan a las mujeres infectadas de forma negativa, porque se trata de una enfermedad de transmisión sexual.
“Cuando el test sale positivo, se suele armar un cóctel bastante explosivo: las mujeres se angustian, se estresan, no saben qué les pasa ni cómo continuar. Suelen asociar el VPH con la infidelidad, por ejemplo, y a desconfiar de su pareja”, indica Arrossi.
La científica asegura, además, que cuando el miedo y la angustia son muy grandes, pueden actuar como un efecto negador, que termina afectando todo el proceso de diagnóstico y tratamiento. Y, en este marco, el médico no suele tener tiempo para preguntarle a la persona cómo se siente. Frente a esta gran falencia del sistema de salud, la App podría aconsejar a las mujeres para que ellas puedan empezar a construir otras representaciones que las posicionen en un lugar distinto en relación con el VPH, un lugar que minimice la angustia y promueva la acción, el tratamiento.
CONICET Moscovici, S. (1979). El psicoanálisis, su imagen y su público. Buenos Aires: Huemul.
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