El síndrome de abstinencia neonatal (SAN) es una serie de problemas de salud que padecen aquellos recién nacidos que estuvieron expuestos a drogas adictivas opiáceas como heroína, codeína, la oxicodona (Oxycontin), metadona o buprenorfina mientras estaba en el útero de la madre, convirtiéndolo en un adicto también.

La Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU., establece una relación de aquellos bebés de madres que consumen otras drogas adictivas (nicotina, anfetaminas, cocaína, marihuana) con problemas de salud a largo plazo. Sin embargo, aclara que no hay datos claros de un síndrome de abstinencia neonatal para estas drogas.

La BBC informó en 2015 que cada 19 minutos nace un bebé con SAN en Estados Unidos (27.000 solo en 2013), considerando la patología como una epidemia en ese país. En España, de la incidencia media de 7,5 casos por cada 1000 recién nacidos vivos entre 1992 y 2001, el 79% presentó el SAN. En Latinoamérica no hay cifras oficiales al respecto.

Y aunque los síntomas del SAN pueden ser tratados y superados en los primeros seis meses de edad del bebé, el padecimiento seguirá perjudicando al niño cuando crezca, pues éste es más propenso a desarrollar problemas de salud, psicológicos, psiquiátricos y de integración social. El riesgo del fracaso escolar por parte de estos niños fue la motivación para un estudio la primera literatura al respecto realizado por un equipo de especialistas australianos y publicado por la revista científica Pediatrics.

Entre sus principales enunciados está que los recién nacidos con SAN tienen 2,5 veces más riesgo de presentar fracaso escolar de forma independiente. Es decir, de cada seis niños con SAN, uno de ellos presentará fracaso escolar atribuible a dicha condición.

El ensayó incluyó a más de 2.200 niños nacidos con SAN y 4.300 no afectados en Nueva Gales del Sur, en Australia, entre 2000 y 2006. Los resultados se basaron en pruebas realizadas en tercero, quinto y séptimo cursos de lectura, escritura, matemáticas, ortografía y gramática. Ambos grupos fueron emparejados de acuerdo al estatus socioeconómico, sexo y tiempo en el útero.

Al final, las clasificaciones en las pruebas de los niños con SAN fueron más bajas. Incluso en séptimo grado tenían peor rendimiento en cuanto a notas que los niños de quinto grado. Una de las implicaciones directas según los autores del estudio es que las drogas a las que fueron expuestas estos niños matan rápidamente las células del cerebro y perjudica su adecuado desarrollo. Además, el ambiente de un hogar que es o ha sido adicto a las drogas tiene efectos directos y negativos en el crecimiento y desarrollo intelectual del niño. En caso de que los padres tuviesen una intervención positiva, el efecto del SAN en la edad escolar disminuye, sugiere el ensayo.

Expectativa

Un recién nacido expuesto a drogas opiáceas tendrá un comportamiento muy diferente al de un bebé no afectado. Un niño también, probablemente.

La Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU considera que el consumo de alcohol y de drogas durante el embarazo puede llevar a muchos problemas de salud en el bebé/niño además del SAN. Estos pueden incluir:

• Defectos congénitos
• Bajo peso al nacer
• Nacimiento prematuro
• Perímetro cefálico pequeño
• Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL)
• Problemas del desarrollo y la conducta del niño