Mañana se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Tiroides con el objetivo de promover información sobre esta enfermedad que suele presentar evoluciones favorables. Aunque, en el último tiempo, se han multiplicado los casos. En Latinoamérica, la patología aparece en 9 de cada 100.000 personas por año y afecta, en mayor grado, a las mujeres. Entre los países latinos que presentan las mayores tasas de cáncer de tiroides figuran Ecuador, Brasil, Costa Rica y Colombia.

Según la médica Patricia Dogliani, presidenta de la Sociedad de Endocrinología y Metabolismo de Córdoba, Argentina, este incremento se vincula con el “aumento de la obesidad, la diabetes y los disruptores hormonales (elementos tóxicos contaminantes)”.

Actualmente, el cáncer de tiroides diferenciado es el tumor endocrino más frecuente. La extirpación del tumor con cirugía es su principal tratamiento. Sin embargo, en algunos pacientes que presentan diseminación a los ganglios linfáticos o a sitios distantes es necesario el uso de yodo radiactivo, un tratamiento que, en algunos casos, tampoco funciona, con lo que el tumor vuelve a crecer.

Por eso, resulta prometedor el hallazgo de un nuevo tratamiento para el abordaje de este tipo de cáncer.

Cáncer de tiroides: Una nueva droga para su tratamiento

El estudio de fase III COSMIC-311 demostró la efectividad del fármaco inhibidor multiquinasa cabozantinib en pacientes de cáncer diferenciado de tiroides refractario al yodo radiactivo.

De acuerdo con Jaume Capdevila, responsable de la unidad de tumores neuroendocrinos del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, los pacientes en los que se observó la eficacia de cabozantinib no disponen actualmente de ninguna opción de tratamiento que haya tenido un impacto en el control de la enfermedad. De modo que, gracias a este estudio, ahora existe una nueva posibilidad terapéutica.

Aumento de la detección temprana del cáncer de tiroides

Para Martín Codutti, el especialista argentino en Cirugía Oncológica, la detección temprana del cáncer de tiroides ha crecido. Gracias a esto, la mortalidad por esta patología se mantuvo estable en los últimos 30 años, a pesar del aumento de casos.

“Los pacientes con carcinoma diferenciado de tiroides (CDT) tienen un buen pronóstico, con una elevada sobrevida a largo plazo en comparación con otros tipos de tumores”, comentó Codutti a la agencia Télam.

La importancia de la ecografía

Por su parte, la directora del Instituto Provincial del Cáncer de Entre Ríos, Argentina (IPC), Carina Enrique, subrayó que los pacientes con antecedentes familiares de este tipo de cáncer deben estar atentos y, si palpan algún nódulo en la parte anterior del cuello, deben realizar una consulta urgente.

En este sentido, el endocrinólogo Gabriel Gricman explicó que, con las actuales ecografías, el nódulo tiroideo es fácilmente detectable, sea del tamaño que sea. Esta tecnología mejoró las posibilidades de diagnóstico temprano. Antes, la detección se hacía mediante el palpado y el nódulo era descubierto cuando ya tenía, por lo menos, 1 cm.

La ecografía resulta de gran valor ya que brinda la información sobre el tipo de nódulo, que puede ser líquido o sólido, con bordes regulares o irregulares. En caso de ser sólido tiende a ser maligno.

Cáncer de tiroides en niñas, niños y adolescentes: los peligros del sobrediagnóstico

El cáncer de tiroides en pacientes infantojuveniles suele ser tratado con cirugía y a menudo con yodo radiactivo. También, con tiroidectomía total, que requiere una terapia de sustitución de hormonas tiroideas de por vida.

Desde comienzos de los años 2000 existe un marcado aumento de los casos de cáncer de tiroides en esta población. Un reciente estudio dirigido por científicos de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) indica que este aumento podría deberse al sobrediagnóstico. ¿A qué se refieren con esto?

Se denomina de esa manera al diagnóstico de tumores que no progresan hasta causar síntomas o la muerte en la vida de un individuo. En el caso del cáncer de tiroides es consecuencia del aumento de la vigilancia de la glándula tiroidea y de la introducción de procedimientos de diagnóstico como la ecografía del cuello. Por eso, se sugiere no realizarla en niñas y niños sin síntomas y sin factores de riesgo.