Una revisión de las historias clínicas electrónicas de un equipo de Boston permitió identificar 33 fenotipos indicadores de COVID-19 prolongado en las personas que contrajeron el virus pero no necesitaron atención hospitalaria.

Muchos de esos fenotipos (alopecia, anosmia, fatiga, disnea y dolor de pecho) se documentaron como signos y síntomas de secuelas posagudas de COVID-19 (SPAC). Otros, sin embargo, son nuevos, como la diabetes y los diagnósticos neurológicos.

“Lo importante es que son pacientes no hospitalizados. Todos fueron tratados en sus casas y algunos todavía tienen síntomas meses después“, dijo el doctor Hossein Estiri, de la Facultad de Medicina de Harvard y el Hospital General de Massachusetts. El profesional agregó que “parecería haber alguna relación entre COVID-19 y un aumento de los diagnósticos de enfermedades graves” como la demencia, la insuficiencia renal crónica y la diabetes.

Además, más del 63% de los fenotipos de SPAC correspondían a pacientes menores de 65 años con COVID-19. Esta es otra razón para que los más jóvenes se vacunen contra el COVID-19, según publica el equipo en BMC Medicine.

Los autores recurrieron a los datos de las historias clínicas electrónicas para identificar fenotipos asociados con un test por PCR positivo para COVID-19. Evaluaron nuevos fenotipos en dos intervalos (3-6 y 6-9 meses) posteriores al test positivo o negativo para COVID-19 en más de 96.000 pacientes sin internación.

Para concluir, el equipo señala que “pudimos evaluar más de 1.600 fenotipos e identificar una pequeña cantidad de ellos”.