Cada año, más de 300.000 mujeres fallecen por cáncer de cuello de útero en todo el mundo. Alrededor de un 10% de esas muertes se concentran en países de América Latina. Según estadísticas, la tasa de mortalidad en la región es cinco veces más alta que la registrada en algunas naciones de América del Norte. Vale recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al cáncer de cuello uterino una enfermedad prevenible y tratable.

Desde la entidad, esperan que para 2030 la enfermedad deje de ser un problema de salud pública. Para ello, depositan las expectativas en los estudios de tamizaje, el tratamiento de lesiones preneoplásicas y la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). En lo referido a la vacunación, la meta global es lograr una cobertura del 90% en todas las mujeres antes de que cumplan los 15 años. Algo que, lamentablemente, todavía no ha sido conseguido en la mayoría de los países de América Latina. Aquí, la falta de conocimiento acerca de la infección por VPH, miedos infundados, aspectos culturales y el costo de la vacuna, atentan contra una adecuada inmunización de la población.

Tres países no han introducido la vacuna contra el VPH

Lo comentado se sustenta en los resultados de una revisión publicada en la revista Frontiers in Oncology.  En primer término, lleva la firma de la Dra. Angélica Nogueira Rodrigues, integrante de la Universidad Federal de Mina Gerais (Brasil). En el trabajo, se analizó información oficial de 19 países de la región. También, se tuvieron en cuenta los resultados de 65 artículos publicados durante el periodo 2012-2022.

Tres de los países estudiados (Cuba, Venezuela, Nicaragua) aún no han introducido la vacuna contra el VPH.

Por el momento, entre los restantes, solo México ha logrado llegar a la meta de cobertura propuesta por la OMS. Además, se ha podido establecer que en todos los estados que tienen programas existe una notoria disminución en la adherencia a la segunda dosis de la vacuna.

Identifican barreras contra una adecuada inmunización

“Aunque América Latina tiene un historial consistente de alta cobertura de vacunación y programas nacionales de inmunización eficientes, la aceptación de la vacuna contra el VPH ha sido inferior a la esperada”, comenta en el artículo la Dra. Nogueira Rodrigues.

Considera que uno de los desencadenantes del fenómeno es el pobre conocimiento que tiene la población acerca de la infección por VPH. En Brasil, una investigación estableció que solo el 40% conoce de la existencia de la infección por VPH. Además, alrededor de un 8,6% menciona que se cuenta con una vacuna para prevenirla. Algo similar ha sido identificado por otros trabajos en República Dominicana y Perú.

Otro de los factores involucrados en la baja cobertura es la presencia de temores infundados. Los autores del trabajo citan a modo de ejemplo un episodio ocurrido en Colombia. Durante 2014, en la ciudad El Carmen de Bolívar, alrededor de 23 estudiantes sufrieron desmayos y otras molestias luego de la administración de una vacuna contra el VPH. Dicho evento -atribuido luego a una enfermedad psicogénica masiva- impactó de lleno en las tasas de vacunación de la localidad. Pasó de un 80% en el periodo 2012-2013 a un 5% en 2016.

Por último, existe una falsa creencia que relaciona a la vacuna contra el VPH con un incremento en las conductas sexuales de riesgo. A pesar que dicha asociación ha sido descartada por varios estudios, persiste en la comunidad un temor que desalienta la inmunización.

Se necesita una mayor empleo de la vacuna contra VPH

La OMS considera que la eliminación del cáncer de cuello uterino es algo factible en el largo plazo en América Latina. Pero según la organización, ese objetivo está fuertemente condicionado por el logro de una mayor adherencia a la vacuna contra el VPH.

En la revisión se citan, además, factores facilitadores de la inmunización. La educación de la población y los profesionales de la salud, el acceso gratuito a la vacuna, la adopción de una estrategia de una sola dosis, así como la vacunación en el ámbito escolar, son medidas capaces de incrementar la cobertura en la región.

La Dra. Nogueira Rodrigues espera que la información obtenida sea de utilidad para los sistemas de salud pública. “Con solo lograr la meta de vacunación, se puede reducir la enfermedad en un 60%”, asegura la experta.