Cabe destacar los hallazgos de un reciente estudio que brinda esperanza para el tratamiento de esta patología degenerativa que aún no tiene cura.
En el Día de la Esclerosis Múltiple (EM) es importante destacar los hallazgos de un reciente estudio que brinda esperanza para el tratamiento de esta patología degenerativa que aún no tiene cura.
Según el estudio, pacientes con EM que recibieron un tratamiento con células madre presentaron un nivel de discapacidad menor o estable durante los 2 años que duró el tratamiento.
No obstante, la pesquisa advierte que para aquellos pacientes con enfermedad más avanzada, este tratamiento no disminuyó la respuesta inflamatoria continua en el cerebro.
El trabajo fue publicado en la revista Neurology. Constituye un pequeño ensayo clínico de fase 1. Actualmente, busca ser respaldado por otro más grande que se encuentra en curso.
Los progenitores neurales derivados de células madre mesenquimales (MSC-NP) se consideran una posible forma de tratar a las personas con EM progresiva.
Se trata de células madre recolectadas de la médula ósea de un paciente.
Se expanden y maduran para modular la respuesta inmune y potenciar el crecimiento y supervivencia del tejido nervioso.
El ensayo en cuestión investigó este tratamiento en 20 adultos con EM primaria, y en 16 con EM secundaria y discapacidad significativa. Todos recibieron un total de 3 inyecciones de MSC-NP, administradas directamente en el canal espinal, con 3 meses de diferencia.
Luego, fueron evaluados a los 3 y 6 meses y nuevamente a los 2 años. El objetivo fue determinar la seguridad y tolerabilidad del tratamiento a largo plazo y detectar signos de efectividad potencial.
Pasados 6 meses del tratamiento, se encontró una menor discapacidad en la mayoría de los participantes del ensayo (15 de los 20) y una mejor fuerza muscular en 14 de ellos.
También, se observó una mayor capacidad de ejercicio en 4 de los 10 pacientes, que podían caminar al inicio del estudio.
Por su parte, 2 pacientes no ambulatorios adquirieron la capacidad de caminar utilizando dispositivos de asistencia.
La discapacidad se evaluó mediante la escala de estado de discapacidad ampliada (EDSS por sus siglas en inglés). La puntuación más alta indica una discapacidad más grave.
A los 6 meses de iniciado el estudio, 8 participantes tuvieron una reducción de EDSS de, al menos, 0,5 puntos. De ellos, 4 presentaron reducciones de discapacidad de 2 o más puntos.
En el transcurso de 2 años, 7 de estas 8 personas continuaron mostrando mejoras en sus puntajes de EDSS. De hecho, 2 mostraron una reducción sostenida de 2.0 o más puntos.
De los 10 pacientes sin mejoras iniciales en las puntuaciones de la EDSS, 6 no presentaron una progresión de la enfermedad durante el estudio y el seguimiento.
Otros 2 empeoraron en cada seguimiento y 2 más mostraron un empeoramiento de la enfermedad entre los exámenes de los 6 meses y los 2 años.
Por otro lado, de los 10 pacientes no ambulatorios al inicio del ensayo, 4 mostraron mejoras en la velocidad de la marcha superiores al 20% a los 3 meses del tratamiento.
A los 2 años, 3 habían mantenido estas ganancias de velocidad al caminar, mientras que 1 cayó justo por debajo de la marca de mejora del 20%.
Estos resultados indican que múltiples tratamientos con MSC-NP condujeron a una reducción de la discapacidad para la mayoría de los pacientes progresivos con enfermedad de larga duración.
Aquellos pacientes que mantuvieron estos avances 2 años después del tratamiento tenían una EDSS y un estado ambulatorio más bajos al inicio del estudio.
Un subconjunto de pacientes con mejoría inicial no logró mantener los beneficios mostrados, mientras que otros no mostraron progresión de la enfermedad durante el seguimiento.
En estudios previos de tratamientos similares, los niveles de líquido cefalorraquídeo (LCR) de CCL2 habían sido más bajos después del tratamiento. Mientras que los niveles del antiinflamatorio TGF beta 2 aumentaron.
Sin embargo, en este estudio no se observaron diferencias entre los pacientes cuya discapacidad mejoró en respuesta al tratamiento (respondedores) y los que no mejoraron (no respondedores).
Se observó que algunos factores inflamatorios aumentaron después del tratamiento en los pacientes que no respondieron a él. Esto sugiere que una respuesta inflamatoria continua puede dificultar la respuesta clínica al uso de MSC-NP.
Los niveles de cadenas ligeras de neurofilamento (NfL) en el LCR, un marcador de degeneración y daño de las células nerviosas, pueden estar elevados en pacientes con EM.
Entre un número menor de pacientes del ensayo con niveles altos de NfL antes del tratamiento, estos niveles aumentaron aún más en los que no respondieron después del procedimiento, mientras que disminuyeron entre los que sí respondieron.
Un ensayo clínico de fase 2 en curso y controlado con placebo ahora investiga la seguridad y eficacia de las inyecciones repetidas de MSC-NP en pacientes con EM progresiva.
El estudio incluye a 50 adultos con EM progresiva, que recibirán un total de 6 inyecciones de MSC-NP o un placebo cada 2 meses durante el primer año.
En su segundo año, los del grupo MSC-NP se cruzan al grupo de placebo y los que anteriormente estaban en este grupo inician el tratamiento, que incluye 6 inyecciones totales administradas cada 2 meses.
La investigación tendrá una duración de 3 años y se espera que finalice durante los últimos meses del 2023.
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