El síndrome de bridas o bandas amnióticas es cuando las hebras se enredan alrededor de partes del bebé en el útero. Echá un vistazo a nuestra entrevista con el Dr. Alberto Sosa Olavarría.
La Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU. señala que el síndrome de bridas o bandas amnióticas es un grupo de defectos congénitos que ocurren cuando las hebras de un saco lleno de líquido amniótico se enredan alrededor de partes del bebé en el útero.
El Dr. Alberto Sosa Olavarría, especialista en Obstetricia y Ginecología y Medicina Materno-Fetal, además de director de Diplomados de la Sociedad Argentina de Ecografía y Ultrasonidos (SAEU), ofrece en entrevista con Océano Medicina un acercamiento a las características de esta patología poco común.
– ¿Cuál es la incidencia de esta anomalía?
– La incidencia es de 1:1.200 a 1:15.000 nacidos vivos y hasta de 1 caso por cada 20.000 nacimientos. Prevalencia en Latinoamérica: 1:11.200 nacimientos.
No existe predilección por sexo ni por raza (proporción masculino/femenino 1:1) No existe predisposición familiar ni riesgo de recurrencia. No ha podido ser involucrado hasta el momento ningún mecanismo hereditario o genético.
– ¿Cómo se diagnóstica el síndrome de bridas o bandas amnióticas?
– El diagnóstico mediante ultrasonido es posible cuando asociada a algún tipo de malformación como las señaladas anteriormente, se encuentra la presencia de bandas ecorrefringentes, únicas o múltiples que desde la periferia de la cavidad amniótica, flotan libremente en el líquido amniótico o se adhieren a diferentes segmentos fetales (Figura 1). Estos tabiques o bandas por su disposición pueden semejarse a los que se observan en el higroma quístico gigante.
El estudio US prenatal permite hacer el diagnóstico al visualizar las bridas amnióticas en un feto que muestra limitaciones en su movimiento y la presencia de deformidades. El hallazgo clínico más común consiste en anillos de constricción en extremidades en el 77% de los casos. La exencefalia- anencefalia constituye el daño más grave y letal, al igual que el exónfalo. Puede observarse además ausencia de mano (aqueiria), deformación de dedos de manos y pies, oligosindactilia, y apodia. La RM antenatal podría ser útil en el diagnóstico. El diagnóstico postnatal se puede confirmar por la presencia de las bandas y mediante el estudio histológico de dichas bandas. La malformación observada puede ser un efecto de la brida o una anomalía aislada, la confirmación de la relación causa-efecto es la presencia de la banda contactante con el órgano o estructura dañada. Pueden existir bandas no contactantes (sabana amniótica) que pueden flotar libremente en la cavidad sin causar un efecto, o causarlos y luego ser liberadas por movimientos fetales.
– ¿Qué tipo de lesiones puede causar?
– Las lesiones que pueden causar dependerán del tiempo de gestación en que ocurre la ruptura del amnios. Por ejemplo:
• Lesiones precoces: manifestaciones cráneo-faciales y viscerales más severas como acrania, cefalocele, defectos tóraco-abdominales, fisuras labiales y palatinas hendiduras del rostro, dismorfismo cráneo-facial.
• Lesiones tardías: constricciones, disrupciones o amputaciones aisladas de las extremidades en cualquiera de sus segmentos
• Oligoamnios transitorio explicaría las deformaciones posturales de extremidades o hiperangulación de la columna.
– ¿Cuál es el tratamiento postnatal recomendado?
– Los tratamientos a seguir, después de nacido el bebé, dependerán del tipo de lesiones que presenten y deben de ser evaluados por un equipo interdisciplinario, compuesto de: cirujanos plásticos especializados en estos casos, ortopedistas pediátricos, psicólogos, enfermeras, personal preparado para rehabilitación, ingenieros biomédicos, especialistas en diseño de prótesis. En algunas ocasiones es necesario recurrir a la cirugía estética para corregir el surco de la banda ya que puede afectar el correcto movimiento de la extremidad afectada.
Tratamiento en las extremidades inferiores: Existen varias opciones para el tratamiento del SBA en las extremidades inferiores. Cuando el surco no es profundo, no requiere tratamiento a menos de que interfiera con la circulación o con el drenaje de la linfa. Los surcos profundos generalmente presentan edema en la parte distal de la pierna. Cuando se considera necesario se puede implantar grasa en el surco formado por la brida para prevenir la reaparición de la deformidad. Si el edema persiste después de la corrección de la banda, puede ser necesario realizar trasplantes de piel.
Cuando se trata de amputar una extremidad, la familia debe de estar orientada, para que las decisiones sean tomadas, con pleno conocimiento de los beneficios que se lograrán, y las repercusiones que implica el tratamiento.
El uso de las prótesis, abruma a los familiares, es importante que el médico maneje con mucho profesionalismo y humanidad esta situación. En general, el tratamiento del pie va dirigido a mantener una funcionalidad y a minimizar problemas adicionales durante el desarrollo y crecimiento del bebé. Para separar los dedos puede ser necesario hacer también trasplantes de piel y de hueso. El pie equinovaro necesitará también de un tratamiento quirúrgico agresivo. Las discrepancias en el tamaño de las piernas puede requerir, si es mayor de 6 cm., de procedimientos para elongar la pierna.
– ¿Y el pronóstico del bebé afectado?
– Depende de la severidad de las anomalías presentes, variando desde individuos con una inteligencia normal, que solo presentaron defectos menores, como anillos de constricción digital, hasta lesiones en nervios que provoquen invalidez, y anomalías múltiples severas, incompatibles con la vida.
Dr. Alberto Sosa Olavarría
Especialista en Obstetricia y Ginecología.
Medicina Materno-Fetal.
Doctor en Ciencias Médicas.
Profesor titular de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Carabobo, Venezuela.
Director de Diplomados de la Sociedad Argentina de Ecografía y Ultrasonidos (SAEU).
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