Equipo Océano Medicina

Con la implementación de la gratuidad de la vacuna contra el meningococo al Calendario Nacional de Vacunación, Argentina se transforma en el primer país latinoamericano en disponer su aplicación obligatoria sobre todos los menores a un año de edad.

La decisión oficial del Poder Ejecutivo de incluir la Vacuna Antimeningococcica al Calendario Nacional de Vacunación se circunscribe hacia minimizar los índices de mortalidad y las secuelas provocadas por el meningococo, bajo los pilares de equidad, inclusión, universalidad, gratuidad y obligatoriedad.

La enfermedad meningocócica y su sintomatología

Es causada por la bacteria Neisseria meningitidis, una de las causas principales de la meningitis, es decir, la infección de las membranas del cerebro y la médula espinal, y de determinadas infecciones sanguíneas. La transmisión se produce entre personas a través del contacto cercano, como la tos o besos, o el contacto por tiempo prolongado, primordialmente entre las personas que viven en un mismo hogar.

Con respecto a la sintomatología, la patología se manifiesta, generalmente, a través del rechazo a la alimentación, fiebre, irritabilidad, dolores de cabeza, náuseas y vómitos, sensibilidad a la luz, tendencia al sueño y, en algunas ocasiones, petequias (manchas rojas). Por su parte, las franjas etarias o grupos de mayor vulnerabilidad se constituyen en torno a menores a un año de edad, adolescentes y adultos jóvenes entre los 16 y los 23 años de edad, y personas con afecciones médicas del sistema inmunológico.

La regulación en Argentina

El esquema de vacunación argentino sobre la enfermedad, que contempla una dosis a los tres y cinco meses de edad, más dos refuerzos a los 15 meses y 11 años de edad, prevé la prevención de una enfermedad que puede manifestarse como meningitis, bacteriemia, sepsis y meningococemia, con riesgo de secuelas neurológicas graves e irreversibles. Asimismo, entre el 10 y el 20 por ciento de los casos presentan pérdida de la audición, convulsiones, hidrocefalia, retraso madurativo neurológico, amputación de miembros y escaras que requieren injertos, e incluso la muerte.

En el país, la enfermedad meningocócica invasiva (EMI) registra aproximadamente entre doscientos y trescientos casos cada año, ubicándose la tasa de incidencia nacional alrededor del 0.75 casos cada 100.000 habitantes. De este modo, la infección severa presenta un 10% de letalidad, implicando el fallecimiento anual de entre 15 y 20 niños a causa de la enfermedad.

OCÉANO MEDICINA – EDITORIAL OCÉANO ARGENTINA S.A.